KEN “fuerza y poder”
- Hombre fácilmente manipulable por la belleza y físico femenino
- Creencias y hábitos que ponen entredicho su masculinidad y valía como persona.
- Ego que crea un perfil superficial
La masculinidad está en constante evolución, y el muñeco Ken es un ejemplo de esta transformación. Ken, creado en inspiración del hijo menor de Ruth y Eliot Handler; Kenneth Handler, se convirtió en un ícono que refleja la diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales en la sociedad contemporánea.
Ruth Handler, también la creadora de Barbie, decidió modelar a Ken según su hijo para ofrecer una representación más realista de la masculinidad en contraposición a los estereotipos rígidos. Ken ha evolucionado con el tiempo, pero inicialmente se presentó como un hombre joven y atractivo, siguiendo las convenciones tradicionales de género.

En sus primeras apariciones, Ken a veces era objeto de burlas por su aparente obsesión por complacer a la chica de turno y su imagen de hombre fácilmente manipulable. Sin embargo, con el tiempo, Ken también ha experimentado cambios y ha demostrado ser más que un estereotipo superficial.
La última película de Barbie ofrece una representación de Ken que refleja esta evolución, junto con una imagen de Barbie que es siempre bella y sofisticada. A través de esta historia, se nos invita a reflexionar sobre la importancia de explorar y afirmar nuestra propia identidad.
La película nos enseña que descubrir nuestra identidad implica desafiarnos a nosotros mismos, cuestionar nuestros hábitos y creencias, y buscar nuestro verdadero yo. Este proceso de autoexploración también fomenta la colaboración y la comprensión con los demás.
En resumen, cuando conocemos y aceptamos nuestras preferencias, identificamos lo que nos perjudica y nos rodeamos de personas que nos apoyan, podemos llenarnos de coraje y enfocarnos en nuestro bienestar y el de los nuestros, promoviendo la autenticidad y tomando decisiones acertadas.



