Lecciones de fortaleza y nobleza
En este artículo, exploraremos cuatro habilidades que se adquieren al compartir con otras culturas y aprender de su forma de vivir la vida: la bondad, la nobleza, la autenticidad y fortaleza. También veremos cómo las mujeres indígenas mantienen su fortaleza, realizando actividades que ancestralmente les han sido encomendadas. Desde las tareas básicas de aseo en el hogar hasta tareas más complejas como cortar, buscar leña o convertirse en una guía de la selva amazónica.
Bondad y nobleza:
Estas mujeres demuestran habilidades que van más allá de las limitaciones impuestas por un entorno natural duro y sabio, como es la selva.
Las mujeres indígenas demuestran su bondad y nobleza en un ambiente que también les permite desarrollar actitudes de exploración y descubrimiento sin límites que la propia responsabilidad del autocuidado. Estas mujeres son personas generosas y compasivas que han aprenden a convivir con el riesgo, sin perder de vista la risa y la responsabilidad siempre están dispuestas a ayudar a los demás. Esta bondad se refleja en su forma de tratar a sus familias, a sus comunidades y al mundo natural.
Por ejemplo, Carolina, una mujer indígena de la Amazonía, me contó que siempre ha tenido un gran deseo de superación. Desde pequeña, ha sido voluntaria en su comunidad, ayudando a los ancianos, a los enfermos y a los niños. También ha participado en proyectos de conservación del medio ambiente y de hecho en la práctica es una líder en la sostenibilidad y respeto por lo que se come y se cultiva. Para Carolina y su cultura la comida no se tira, aunque haya sido tocada por otras personas.
La nobleza de las mujeres indígenas también se manifiesta en su forma de defender sus derechos y los derechos de sus comunidades. Son mujeres valientes y decididas que no temen alzar la voz contra la injusticia, a pesar de que debido a sus limitaciones les toca priorizar como objetivo las relaciones de pareja y aceptando la maternidad desde edades muy tempranas para asegurar su bienestar.
Autenticidad:
Las mujeres indígenas son auténticas, sin sesgos sociales ni de indicios de ego. No se preocupan por las apariencias o por seguir las normas sociales de la belleza o la imperiosa necesidad de gustar físicamente. Son personas honestas y genuinas que viven de acuerdo con sus valores.
Esta autenticidad se refleja en su forma de vestir, de hablar y de comportarse. Las mujeres indígenas no tienen miedo de ser ellas mismas, sin importar lo que piensen los demás.
Carolina me dijo que nunca ha sentido la necesidad de cambiar su forma de vestir o de hablar para encajar en la sociedad. Ella está orgullosa de su cultura y de sus tradiciones, cosa que no le quita el deseo fuerte de convertirse en una guía experta o una gran arquitecta y el poder comunicarse en diferentes lenguas con los turistas que visitan su comunidad y así poder aprender de ellos.
Fortaleza:
Las mujeres indígenas son fuertes, característica que se nota en su tono de voz, revelando decisiones firmes y adaptabilidad. A pesar de sus responsabilidades como madres a los 15 años, llevan la vida con una actitud experta. Han aprendido a sobrevivir en condiciones difíciles. Son mujeres resilientes que no se rinden ante los desafíos.
Esta fortaleza se manifiesta en su forma de afrontar la vida. Las mujeres indígenas son capaces de superar cualquier obstáculo, ya sea personal o social.
Carolina me contó que tuvo que dejar la escuela a los 15 años para cuidar de su familia. Sin embargo, no se dio por vencida. Continuó aprendiendo y mostrando una gran capacidad para interactuar y realizar diversas actividades, muestra una mentalidad libre de prejuicios, tabúes o vanidad, centrada en alcanzar sus objetivos con empeño y fortaleza.
